Las pequeñas compañías europeas han repuntado tras un decepcionante 2022. Los valores growth también vuelven a contar con el favor de los inversores tras la pronunciada rotación a favor de los títulos con sesgo value que vimos el año pasado. No obstante, el actual contexto de inversión es difícil. Los datos económicos son débiles en general, la inflación es elevada y los bancos centrales están subiendo los tipos de interés. La geopolítica también pesa en el ánimo de los inversores. La pregunta ahora es: ¿podrá mantenerse la recuperación de las pequeñas compañías europeas?

Un breve resumen

Empecemos por analizar la situación económica. La Eurozona volvió a crecer en el primer trimestre de 2023, con un aumento de la producción del 0,1%. Sin embargo, no fue una cifra digna de mención y no cumplió las expectativas de los analistas. El estancamiento de Alemania fue el principal factor negativo, que contrarrestó el crecimiento en el resto del bloque de 20 países.

A pesar de los decepcionantes resultados, el Banco Central Europeo (BCE) subió los tipos 0,25 puntos porcentuales, hasta el 3,25%, en mayo. Para ser justos, el BCE no tenía otra opción que subirlos. La tasa de inflación general de la zona euro pasó del 6,9% en marzo al 7% en abril. Esta cifra está muy por encima del objetivo del 2% del BCE. Sin embargo, el aumento fue inferior a las subidas anteriores de 0,5 puntos porcentuales. Muchos esperan que esto indique que el BCE se acerca al final de su ciclo de subidas de tipos.

La importancia de centrarse en la calidad

En el entorno actual, creemos que los inversores se centrarán cada vez más en los fundamentales bottom-up. Esto significa distinguir entre las empresas que están cumpliendo sus planes de crecimiento y las que no. En consecuencia, evitar las empresas deficitarias o especulativas seguirá siendo de vital importancia.

Las compañías growth de calidad también deberían seguir recuperándose tras la rotación de estilos de2022. Durante los periodos de tensión, los inversores suelen favorecer a las empresas con una rentabilidad sólida, un buen flujo de caja, una gestión fuerte y unas normas ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) sólidas. Las barreras de entrada elevadas, los motores de crecimiento únicos y el poder de fijación de precios son también características atractivas. Por el contrario, las empresas con elevados niveles de deuda o que dependen de factores externos para tener éxito podrían quedarse en el camino.

Por lo tanto, las valoraciones actuales podrían representar un punto de entrada atractivo para los inversores a largo plazo

Una mano sólida al timón

La mayoría de los equipos directivos han estado en crisis durante los últimos tres años. La pandemia mundial, las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de los costes de las materias primas han puesto a prueba muchos modelos de negocio. La demanda ha fluctuado, mientras que la subida de los tipos ha lastrado los balances.

En todo este tiempo, sin embargo, los equipos de gestión con visión de futuro y con capacidad económica necesaria han seguido invirtiendo. Creemos que esto dará sus frutos en 2023 y a largo plazo, a medida que los fuertes se fortalezcan y los débiles se tambaleen.

¿Un punto de entrada atractivo?

Otro aspecto a considerar son las valoraciones. Históricamente, las pequeñas empresas europeas han cotizado con una prima media de valoración de alrededor del 8% (1) respecto a las grandes, gracias a su mayor potencial de crecimiento y beneficios. Tras los resultados del año pasado, las empresas europeas de menor tamaño cotizan actualmente con un descuento de alrededor del 20% frente a sus homólogas de mayor tamaño. La pronunciada rotación del mercado en 2022 también significa que los valores de crecimiento cotizan por debajo de su media histórica. Por lo tanto, estas valoraciones podrían representar un punto de entrada atractivo para los inversores a largo plazo.

La historia está de nuestro lado. Aunque los resultados pasados no son una guía para los resultados futuros, la evidencia muestra que las empresas más pequeñas tienden a superar a las de gran capitalización a medida que salimos de la recesión o antes. Además, como muestra nuestra tabla, tras periodos de rentabilidad relativamente baja -2001-03, 2007-09 y 2019-20-, las empresas mundiales de menor tamaño registraron una fuerte rentabilidad superior en los tres años siguientes (más prolongada en el caso de principios de la década de 2000). No vemos ninguna razón por la que esta vez vaya a ser diferente.

Strong recoveries from market drawdowns.

Fuente: Morningstar, USD, 1 de enero de 2000 a 31 de diciembre. Los costes pueden aumentar o disminuir como consecuencia de las fluctuaciones de las divisas y los tipos de cambio. Esto puede afectar a lo que usted recupera.

RENTABILIDADES PASADAS NO PREDICEN RENTABILIDADES FUTURAS

Conclusión

Corren tiempos difíciles. El crecimiento económico europeo es débil, mientras que la inflación se mantiene obstinadamente alta. Seguimos favoreciendo a las empresas de crecimiento estructural en las que existe un mayor grado de previsibilidad de los beneficios. Las que cuentan con equipos directivos fuertes, barreras de entrada elevadas y motores de crecimiento únicos también deberían obtener buenos resultados. Ya estamos viendo cómo empresas de crecimiento de calidad se recuperan de la caída del año pasado. Las valoraciones, por su parte, son atractivas. Creemos que estos factores brindan una oportunidad para que los stock-pickers activos, con un enfoque bottom-up y con un proceso de inversión probado, obtengan mejores resultados.

  1. Bloomberg, long-term price earnings ratio, valuation of MSCI Europe Small Cap to MSCI Europe, 01 Jan 2008 to 31 Mar 2023.