El mundo se enfrenta a retos inmensos. Desde el cambio climático y la desigualdad hasta la pobreza y la pérdida de biodiversidad, hay mucho por hacer.

Para responder a esta situación, las Naciones Unidas lanzaron en 2015 sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los ODS son un plan para un futuro mejor y más sostenible para todos. Los 193 Estados miembros de la ONU firmaron los objetivos, con hitos acordados. Las metas iniciales se fijaron para 2030. Los ODS requieren una inversión cuantiosa. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que el sector privado tendrá que aportar entre 5 y 7 billones de dólares al año para cumplir los ODS de aquí a 2030.

Áreas de mayor necesidad

Los ODS revisten especial importancia para los mercados asiáticos y emergentes. Para cumplir los objetivos, estas regiones son las que necesitan más inversión.

Por ejemplo, el agua y el saneamiento. Los recursos hídricos per cápita están disminuyendo, y en los países en desarrollo el 80-90% de las aguas residuales se vierten [1]. Luego está la inclusión financiera. El Banco Mundial calcula que el 31% de la población adulta mundial no tiene acceso a servicios financieros dentro del sistema bancario tradicional [2]. Disponer de prestaciones sanitarias y sociales adecuadas es tan vital o más que nunca. Sin embargo, en muchos países en vías de desarrollo el desembolso directo sigue siendo ruinosamente elevado en relación con el gasto sanitario total. Y la lista continúa.

Hay aspectos positivos. Muchos países emergentes se encuentran en las primeras fases de desarrollo. Por tanto, el dinero invertido en estas regiones tendrá un mayor impacto que el capital invertido en los mercados desarrollados.

Consideramos que esto crea importantes oportunidades de inversión para las empresas que ofrecen soluciones sostenibles. Muchas de ellas están preparadas para ofrecer rendimientos financieros superiores a largo plazo mediante la búsqueda de vías de crecimiento rentables. También se benefician de la creciente demanda de productos, servicios e infraestructuras que contribuyen positivamente a la sociedad y al medio ambiente.

¿Cómo se traduce esto en la práctica?

Una empresa para destacar es Manila Water (ODS 6 - Agua limpia y saneamiento). Se ha comprometido a llevar a cabo proyectos de seguridad y sostenibilidad del agua al ritmo de la urbanización de Manila. La firma ya está haciendo progresos significativos. En 1997, solo el 26% de la zona este de Manila tenía acceso al agua las 24 horas del día. Ahora esa cifra es del 97%. Manila Water también ha multiplicado por 180 las conexiones al alcantarillado durante este periodo. Como resultado, el 95% de los ingresos de la empresa proceden de los servicios de agua y alcantarillado. Así pues, esta compañía es capaz de proporcionar servicios esenciales, al tiempo que genera buenos rendimientos financieros.

En Perú se encuentra la empresa farmacéutica InRetail (ODS3 - Buena salud y bienestar). Cuenta con una red de más de 2.200 tiendas en todo el país que proporciona acceso a productos farmacéuticos seguros y asequibles, especialmente a la creciente clase media. Los ingresos de las farmacias -excluidas las ventas no esenciales y no farmacéuticas- representaron el 43% de los ingresos de consumo de InRetail en 2022.

Y luego está Helios Towers (ODS 9 - Industria, innovación e infraestructura). Casi 200 millones de personas del África subsahariana viven sin cobertura de banda ancha móvil, principalmente en zonas rurales. Helios Towers facilita la conectividad digital de estas comunidades en Tanzania, Congo, Madagascar y Malawi. Los resultados han sido extraordinarios. Unos 141 millones de personas tienen actualmente cobertura, lo que supone un aumento interanual del 19%. El número de torres de telefonía móvil en zonas rurales ha aumentado en casi 6.000 (un 70% interanual). Además, la disponibilidad del servicio es de un impresionante 99,97%.

Cubrir el déficit de financiación

A pesar de la importancia y la urgencia de los ODS, sigue existiendo un importante déficit de financiación. La guerra de Ucrania y las consiguientes perturbaciones de la oferta dispararon la inflación mundial. Los bancos centrales comenzaron con sus ciclos de subidas de tipos y a frenar el acceso a los mercados financieros, lo que provocó un descenso de los flujos financieros de los países desarrollados a los países en desarrollo.

Como resultado, se estima que los mercados emergentes necesitan una inversión anual adicional de 3,9 billones de dólares para alcanzar los ODS en 2030. En Asia, la ONU considera que los países alcanzarán menos del 10% de sus objetivos cuantificables para 2030. Para compensar el déficit, se necesitarán unos 1,5 billones de dólares de inversión al año [3].

Pero el dinero está dentro del sistema. El total de activos financieros en manos de bancos, inversores institucionales y otros organismos está valorado en más de 378,9 billones de dólares. Combinando sus esfuerzos, el mundo financiero puede desempeñar un papel crucial para hacer frente al déficit de financiación. Esto incluye la industria de gestión de inversiones, valorada en 123 billones de dólares [4].

Conclusiones finales

Creemos que la inversión alineada con los ODS es una forma vital de abordar los problemas más importantes a los que se enfrenta el mundo. Es cierto que los últimos acontecimientos han reducido la inversión cuando más se necesita. Sin embargo, muchas empresas ya están buscando vías rentables de crecimiento para aprovechar esta oportunidad. No cabe duda de que muchas más seguirán su ejemplo a medida que vean las ventajas de contribuir a la consecución de los ODS. Para los inversores, creemos que se trata de una oportunidad única de hacer el bien, al tiempo que se ofrecen rendimientos financieros competitivos. Puede que no tengamos otra oportunidad.

Las empresas se seleccionan únicamente con fines ilustrativos para demostrar el estilo de gestión de inversiones descrito en el presente documento y no como recomendación de inversión o indicación de resultados futuros. La rentabilidad pasada no es indicativa de resultados futuros.