celebrating 30 years
En los últimos 30 años, la región de Asia-Pacífico (APAC) se ha transformado gracias a un rápido desarrollo económico y a la creación masiva de riqueza, sacando a unos mil millones de personas de la pobreza. Sin embargo, la región también es responsable de la mayor parte del aumento de las emisiones mundiales de carbono, así como de algunos de los casos más graves de pérdida de biodiversidad.

Según las Naciones Unidas, si no se aceleran las reformas, es probable que APAC lleve más de tres décadas de retraso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. De hecho, solo llegaría a cumplir los 17 ODS en 2065, unos 35 años después de la meta de la ONU para 2030. La lentitud de la acción climática es una de las principales razones. 

Tres de nuestros expertos se reunieron recientemente en Singapur para responder a algunas de las preguntas qué más preocupan en este momento sobre la sostenibilidad, el estado de la sostenibilidad en Asia y otros temas relacionados*. A continuación ofrecemos las principales ideas surgidas del debate:

¿Qué son los ODS y por qué son importantes?

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible fueron adoptados en 2015 por todos los Estados miembros de la ONU. Ofrecen un plan para identificar y abordar los problemas medioambientales y sociales que obstaculizan un crecimiento más sostenible y equitativo a largo plazo.

Los inversores tienen que hacer frente a estas cuestiones porque muchos de los activos en los que invierten están expuestos a tres preocupaciones clave en materia de sostenibilidad: el cambio climático, la producción y el consumo insostenibles y el empeoramiento de la desigualdad. Las empresas no operan en el vacío y estos problemas generan riesgos que afectan a los inversores. [AY]

Companies don’t operate in a vacuum and these issues create risks that affect investors.

¿Por qué Asia va a la zaga en la consecución de los ODS?

En primer lugar, es importante señalar que el lento progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible es un problema mundial, no solo asiático. El listón del desarrollo sostenible es muy alto, los objetivos no son fáciles de alcanzar y las cuestiones suelen estar muy politizadas. La mayoría de los países y regiones tienen margen para hacerlo mucho mejor.

En segundo lugar, Asia tiene algunas características únicas que dificultan la consecución de algunos objetivos. Por ejemplo, en cuanto a las cuestiones del cambio climático y la transición energética, el rápido crecimiento de Asia ha implicado un aumento de la demanda energética mucho mayor que el de otras regiones. Dado el estado de las tecnologías energéticas existentes, eso ha supuesto un mayor uso de combustibles fósiles.

De esta forma, si se analizan las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible en las 17 categorías principales, los objetivos más estrechamente vinculados al crecimiento (por ejemplo, la educación o la sanidad) son los que más han avanzado, mientras que los asociados a los subproductos negativos del crecimiento (por ejemplo, el medio ambiente) han retrocedido.

Lo que Asia necesita es utilizar el poder del capitalismo mixto para ayudar a resolver sus problemas de sostenibilidad. Esto significa que los gobiernos trabajen mano a mano con el sector privado, corrigiendo los fallos del mercado, pero también incentivando las inversiones privadas con rentabilidad social. [JL]

¿Son suficientes las promesas de los países en la COP26?

Los países de todo el mundo han anunciado varios plazos para alcanzar las emisiones cero neto que van de 2050 a 2070. Desgraciadamente, suele haber una gran distancia entre la ambición declarada y la acción real creíble.

Por ejemplo, la tarificación del carbono es una forma muy importante de contribuir a la descarbonización de las economías. Pero son pocas las jurisdicciones de Asia que recurren a los impuestos sobre el carbono o a los sistemas de comercio de emisiones. Sólo China cuenta con un sistema de comercio de emisiones, pero aún está en pañales y no se espera que las emisiones chinas alcancen su punto máximo hasta 2030.

También necesitamos más asociaciones en toda la región para ver los cambios necesarios en los sectores de la energía, el transporte, la construcción y la agricultura. Los próximos 10 años serán decisivos. [JL]

¿De qué temas quieren hablar los clientes en las reuniones sobre sostenibilidad?

Depende, algunos inversores de la región acaban de empezar su andadura en materia de ESG, mientras que otros ya son muy sofisticados. Pero una cosa que diría es que el clima es una preocupación clave.

Las conversaciones sobre la pérdida de biodiversidad también han aumentado recientemente. Otras cuestiones son la diversidad y la inclusión,  o la esclavitud moderna, mientras que la gobernanza es siempre popular.

Algunas cuestiones están muy localizadas. Por ejemplo, en Australia hay complejos debates sobre los derechos de las Primeras Naciones y la gestión del patrimonio cultural.

La propiedad y el compromiso activos -la transparencia y la calidad de los datos, la posibilidad de desinversión- es algo que interesa mucho a los clientes. También quieren saber cómo crear equipos que se ocupen de las cuestiones ESG, así como entender el cambio normativo (por ejemplo, cómo evitar el “lavado verde”). [DWR]

¿Por qué es importante la sostenibilidad desde una perspectiva bottom-up?

Las cuestiones de sostenibilidad tienen implicaciones que debemos tener en cuenta cuando pensamos en cómo invertir nuestro capital, y éstas pueden ser a nivel de activos específicos. De hecho, habrá sectores que estén más expuestos a los riesgos, como el sector energético. Pero habrá otros, como los servicios públicos, que pueden beneficiarse de las iniciativas para resolver los problemas de la transición energética.

Puede haber riesgos en el sector sanitario en torno a los precios de los medicamentos y la accesibilidad a los mismos. Pero las empresas sanitarias que ofrecen un acceso masivo a la medicación, o que se dirigen a enfermedades que los grandes fabricantes de medicamentos pasan por alto, ofrecen oportunidades (y resultados positivos para el medio ambiente y la sociedad). [AY]

¿Cuáles son las principales ideas erróneas sobre la inversión sostenible?

Una idea errónea es que se trata de un solo estilo de inversión. En realidad, hay todo un abanico de formas de hacerlo -activa, pasiva, cotizada, no cotizada, productos globales, productos de un solo mercado- que representan diferentes estilos y filosofías de inversión.

Otro concepto erróneo es que toda la terminología significa lo mismo. Pero, por ejemplo, la integración ESG (enfoque de riesgo bottom-up) no es lo mismo que la inversión ética (incluir/excluir inversiones en función de los valores) y no es lo mismo que la inversión de impacto (contribuir a un cambio deliberado, positivo y medible).

Probablemente el mayor error es la creencia de que la integración ESG/resultados sostenibles y el rendimiento son mutuamente excluyentes. Aunque se necesita más investigación, hay un conjunto de pruebas que sugieren que las puntuaciones más altas en materia de ESG pueden estar relacionadas con un menor coste de capital y un mejor rendimiento a largo plazo. [DWR]

¿Cómo piensan los gobiernos sobre los costes y beneficios de la transición energética?

El entorno geopolítico en el que nos encontramos, la fractura del sistema mundial en diferentes bloques y alianzas, está dificultando la transición energética. Esto no significa que no podamos avanzar -hay mucho que los países pueden hacer individualmente-, pero la escasa coordinación frena el cambio necesario.

Esto se debe a que muchos de los grandes problemas a los que nos enfrentamos en el ámbito de la sostenibilidad son problemas de acción colectiva. Al planeta no le importa de dónde proceden las emisiones. Pero si los principales países del mundo se pelean, es mucho menos probable que se unan para resolver estos grandes problemas.

Por eso, si nos fijamos en las reuniones de la COP26 del año pasado, el mundo estuvo muy lejos de llegar a un acuerdo para aportar la cantidad de financiación necesaria para facilitar la transición energética en las economías en desarrollo. [JL]

¿Está haciendo el sector financiero lo suficiente para comprometerse con el sector energético para lograr los objetivos de cero emisiones?

No creo que el sector financiero esté haciendo lo suficiente todavía, aunque el progreso se ha acelerado. El compromiso del sector financiero aún está en pañales (por ejemplo, hay muchos problemas de datos que resolver), el mundo sigue siendo muy dependiente de los combustibles fósiles y la descarbonización avanza lentamente.

También pasará algún tiempo antes de que dispongamos de los indicadores que nos digan si es probable que se cumpla la promesa de una empresa de ir en una nueva dirección.

Por todo esto, nos gusta ir más allá de los titulares. Los compromisos generales para reducir la huella de carbono asumidos por las instituciones financieras no son ni mucho menos suficientes, y suelen estar muy condicionados a que los gobiernos cumplan sus propias promesas.

Por supuesto, no debería sorprendernos porque los flujos financieros no pueden alinearse con los objetivos de cero emisiones si las políticas nacionales no lo hacen. Los sectores público y privado deben unirse o no alcanzaremos estos objetivos. [JL]

¿Por qué la pérdida de biodiversidad es un problema grave para los inversores?

Lo más importante es que los seres humanos no pueden sobrevivir como especie si hay una pérdida masiva de biodiversidad. Pero como inversores, cada inversión que hacemos depende de los recursos naturales. Cada empresa deja una huella en la naturaleza. Por ello,  tenemos que pensar en cómo esas empresas seguirán accediendo a los recursos naturales cuando esos recursos sean cada vez más escasos.

La biodiversidad es importante porque el sector sanitario se basa en el uso de la naturaleza para encontrar curas a las enfermedades. Desde el punto de vista de la salud, también necesitamos entornos saludables desde los que operar. En China, por ejemplo, una de las principales razones para abandonar los combustibles fósiles es el impacto en la salud urbana de la grave contaminación atmosférica.

Dicho esto, hay oportunidades para invertir en soluciones a la pérdida de biodiversidad y para reducir, o incluso revertir, el daño que se está haciendo a los ecosistemas. [AY]

¿Impulsará la seguridad energética la transición energética?

La mayoría de las economías siguen dependiendo de los combustibles fósiles. Como demuestra la actual crisis energética, no se puede hacer una transición de la noche a la mañana porque las energías renovables no pueden sustituir el déficit de una retirada repentina de los suministros de petróleo y gas.

Pero los responsables políticos deben pensar en el futuro, no sólo en el presente. El equilibrio que deben lograr los gobiernos es gestionar el choque a corto plazo: poner en marcha políticas que ayuden a los hogares y a las empresas a hacer frente a los precios más altos, al tiempo que se reduce la dependencia de los combustibles fósiles a lo largo del tiempo (sobre todo de las importaciones) para que sea menos probable que se produzcan estas crisis.

Hay quienes sostienen que deberíamos invertir más en combustibles fósiles para evitar las subidas de precios. Sin embargo, las crisis de los precios de la energía siempre han estado con nosotros, incluso en épocas en las que la noción de política climática ni siquiera existía. [JL]

¿En qué deben fijarse los inversores para distinguir las buenas oportunidades ESG del “lavado verde”?

Hay que buscar ese detalle subyacente, la evidencia de que la ESG está integrada en los procesos de inversión. Hay que hablar con los equipos de inversión para entender qué tipo de comprensión tienen de esos temas.

Cuando un inversor habla de propiedad y compromiso activos, buscas pruebas de que esas conversaciones no sólo se producen, sino que se centran realmente en los resultados y hay una comprensión de cuáles son esos resultados. [DWR]

* Amanda Young [AY], Danielle Welsh-Rose [DWR] y Jeremy Lawson [JL], participaron en una mesa redonda en la primera Cumbre de Sostenibilidad de Abrdn, celebrada en Singapur el 24 de mayo. Las respuestas han sido editadas para mayor brevedad y claridad.